La Universidad de Zaragoza ha reabierto hoy un primer espacio en la Biblioteca general, cerrada desde hace casi seis años por obras, y lo ha hecho con una muestra de medio centenar de documentos históricos, de los siglos XVI al XIX, entre ellos un manuscrito medieval descubierto recientemente.
La idea es que este espacio sea una exposición permanente para ir mostrando al público el fondo patrimonial de la institución, que dispone de una de las mejores colecciones históricas de España.
El documento más antiguo que se expone data del año 1.300, un texto de escritura gótica cursiva, en lengua romance, que fue encontrado por el director de la Biblioteca, Ramón Abad, el pasado verano durante el traslado y cuando repasaba una serie de carpetas de correspondencia, entre ellas una que había sido legada por un prestigioso filólogo e historiador de la literatura Francisco Yndurain, fallecido en 1972.
El manuscrito se refiere a un pleito de comerciante de Estella (Navarra) en el que se quejaba de que cuando iba a la localidad navarra de Sangüesa le cobraban por cada caballería que llevaba.
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