Las autoridades guatemaltecas y estadounidenses afinan los detalles para la entrega de una serie de hojas históricas que pertenecen a los manuscritos de Bernal Díaz del Castillo y que fueron sustraídos del Archivo General de Centroamérica.
Los documentos aparecieron en Filadelfia, después de que supuestamente anteriores autoridades del Archivo cortaran páginas donde aparecía la firma de Díaz, para venderlas a coleccionistas.
El segundo caso, que según los directivos de la Dirección General del Patrimonio demuestra la vulnerabilidad de los documentos históricos del país, es la sustracción de los planos de la Catedral Metropolitana, los cuales fueron recuperados, aunque tampoco se inició acción contra los responsables.
El historiador Miguel Álvarez explica que el patrimonio cultural está muy desprotegido. “Hay coleccionistas que pagan lo que sea por el egoísmo de tener algo, sin importarle las partes de la historia que tengan que cortar”. La sustracción de documentos que narran la historia del país y que terminaron en México y Estados Unidos demuestra la poca protección y la falta de acciones legales contra los responsables.
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