A partir de mañana, Chile tendrá que escarbar para recuperar parte de la memoria documental de su historia reciente.
El cineasta asturiano Miguel Herberg, que trabajó en el país en la época en que Augusto Pinochet perpetró un golpe de estado, enterrará en el cementerio del Arte y de la Cultura de Morille, en Salamanca, su archivo fílmico, fotográfico y documental recopilado en los campos de concentración de Pisagua y Chacabuco.
Además, esta tarde a las 20.30 se ha realizado una quema simbólica de 20.000 carteles y libros escritos por Herberg sobre la dictadura chilena en la plaza de Morille porque, asegura, ninguno de los documentos que atesora “le interesan a nadie”.
La quema y el enterramiento simbólicos llegan, explica Herberg, después de numerosos intentos de donar el material que posee a las autoridades chilenas para su difusión.
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