El Archivo de San Pelayo es, según los investigadores, el más importante de los fondos documentales de la época medieval en toda Asturias.
El documento de donación de posesiones al convento por parte del Rey Bermudo II, que custodia esta comunidad benedictina, es el punto de partida de su archivo. Era el año 996.
Actualmente guardan 3.170 pergaminos. Su archivera Covadonga Querol asegura sonriente: «Es un mundo que me apasiona».
No sabría decir cuál es la pieza más significativa», reconoce Querol. Aunque la donación del Rey Bermudo es seguramente una de ellas. También los privilegios rodados, que contaban con el sello de rey en forma de rueda, o las 'cartas partidas por A.B.C.'. «Se copiaba lo acordado en la parte superior e inferior del pergamino y en el medio se dibujaban unos picos y se escribían unas letras. Cada una de las partes del acuerdo se entregaba a los firmantes y si necesitaba comprobarse con el paso del tiempo si era real, se hacía encajar ambos documentos», explica. Si los dibujos cuadraban no había duda de que era auténtico.
Son muchos los bienes que estas monjas custodian y, por tanto numerosas las ocasiones en que los asturianos han ido a consultarlos. La sala de investigadores, abierta a cualquiera, «tiene normalmente bastante movimiento», reconoce Querol. Para facilitarles el trabajo, todos los pergaminos se han digitalizado y «el archivo se renovó por completo». La tarea llevó más de 15 años.
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