Las deplorables condiciones en que se encuentran los juzgados de Lambaré y Capiatá (Paraguay) son un reflejo del servicio que la justicia presta a los usuarios.
Los edificios están repletos de expedientes y ante la falta de espacio, lugares inusuales como dormitorios, cocina y áreas de servicio se han convertido en oficinas y no es extraño encontrar documentos y hasta evidencias en los lugares más insólitos como alacenas.
Esta situación irregular afecta el funcionamiento del sistema judicial, pues una de las consecuencias de la misma es la sucesiva suspensión de audiencias por falta de espacio o por extravío de expedientes. En los casos en que se pueden hacer las audiencias, los partícipes deben permanecer de pie, pues no hay lugar suficiente para todos.
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