Las dudas en torno a la identidad del autor del retrato han sido muchas y muy variadas. La casa de subastas Christie's lo vendió en 1998 como un retrato del siglo XIX.
Ahora, un importante historiador de arte, Martin Kemp, lo sitúa en el siglo XV y se lo atribuye a Leonardo da Vinci.
Una de las pistas que le llevó a iniciar la investigación fue al ver que había un agujero en el margen izquierdo de la hoja, lo que le hizo suponer que había sido arrancada. A principios de este año, Kemp se embarcó en lo que él describe con el proceso de "buscar una aguja en un pajar", es decir, la búsqueda de un volumen del siglo XV al que le faltara una hoja.
Contra todo pronóstico, Kemp viajó a Varsovia para investigar en la biblioteca nacional de Polonia. Allí encontró un volumen del siglo XV vinculado al gran mecenas de Leonardo, el duque de Milán, Ludovico Sforza; "Sí, aquí podemos identificar la existencia de una página que ha sido claramente eliminada por los agujeros encontrados".
El análisis técnico confirmó que "el pergamino del retrato se asemeja, en todos los aspectos, a las características físicas de las hojas que quedan", explica. "Las hojas de pergamino se consiguen por un complejo proceso de afeitado de un ternero, cabrito o cordero al espesor deseado. El espesor del pergamino es totalmente coherente con los folios del libro de Varsovia", afirma Kemp.
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