El golpe de Estado que unos militares realizaron en Malí el pasado 22 de marzo, no sólo ha provocado las revueltas de los tuaregs y el avance de los integristas, que se han adueñado de algunas de las ciudades más importantes del país, como Tombuctú, sino que pone en peligro algo mucho más preciado: el legado histórico de miles de manuscritos de hace siglos. 3.000 de esos manuscritos están íntimamente emparentados con Al-Ándalus y su historia. Son papeles que pueden arder.
"Aunque creo que a los tuaregs no puedan interesarle mucho los libros, creo que el golpe de Estado sí hace que las bibliotecas de Tombuctú corran peligro", comenta el escritor Manuel Villar Raso, viajero asiduo a la Curva del Níger y buen conocedor de la zona. Las bibliotecas que Villar Raso se refieren son la de Ahmed Babá, que conserva 30.000 manuscritos sobre la presencia islámica en África y que abarca casi mil años de historia, y la conocida como Biblioteca Kati, que fue impulsada por la Junta de Andalucía a comienzos del siglo XXI.
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