Los archivos judiciales han tenido un lavado de cara. Y lo más importante, han ganado espacio, algo que en los tribunales vigueses vale su peso en oro. Con el objetivo de exprimir todos los huecos existentes debido a la asfixiante falta de sitio para almacenar expedientes, el juez decano, Germán Serrano, ha ordenado una reestructuración y profunda limpieza de los archivos de de los juzgados de la calle Lalín.
Un trabajo que ya se hizo en parte de las instalaciones del edificio viejo, donde el resultado salta a la vista: pasillos en donde antes se acumulaban decenas de pleitos apilados en el suelo ahora lucen sin un solo papel al lograr reubicarse estas causas. "Había mucho papel inservible que ahora se reciclará; papeletas electorales antiguas, colecciones de revistas jurídicas, tomos de Aranzadi y libros viejos que ya están en formato electrónico...", reveló el decano. También había muchos muebles viejos y rotos que fueron trasladados al punto limpio, como sillas o mesas. E incluso máquinas de escribir obsoletas.
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