28 abr 2012

Ciberespiados por su bien.

La necesidad de defender un país ante la amenaza de los ataques informáticos y garantizar las libertades de los ciudadanos entran en colisión en Estados Unidos al intentar acordarse una nueva ley en el Congreso para regular el ámbito de Internet. 
La Ley de Protección e Intercambio de Inteligencia Cibernética (CISPA) permite que compañías privadas que operan en la red intercambien información sobre los usuarios con las agencias federales, bajo la justificación de un posible ataque informático.
El Gobierno, a cambio, también puede entregar datos significativos a las empresas para que puedan proteger sus sistemas.
Los opositores a la norma denuncian que no se garantiza suficientemente la protección de datos personales ni la privacidad. Una de sus principales preocupaciones estriba en la falta de concreción sobre qué constituye una amenaza informática y la falta de controles para asegurar que tanto las empresas como el Gobierno no comparten y analizan los datos para fines distintos a los establecidos en la CISPA.

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