Cuando el Reino Unido declaró la guerra a la Alemania nazi en 1939, Cecil Beaton (1904-1980) ya tenía una sólida reputación como fotógrafo.
Adorado por los famosos por su calidad como retratista, su carácter jocoso y su gran cultura, Beaton ya empezaba a ser considerado uno de los mejores retratistas de su generación.
Una vez que el Reino Unido entró en la II Guerra Mundial, el fotógrafo fue alistado y destinado a trabajar en el Ministerio de Información.
Los responsables del departamento vieron en Beaton al fotógrafo que estaban buscando para extender por el mundo su ideario y los peligros del anexionismo nazi y, sobre todo, para intentar que los EE UU abandonaran sus iniciales reticencias para entrar en el conflicto y declararan la guerra a Alemania.
Una amplia selección de las fotos puede verse en la exposición Cecil Beaton: Theatre of War en la sede londinense de los Imperial War Museums.
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