Hernando Guanlao, un apasionado de la lectura que vive en un humilde barrio de Manila, ha convertido su casa en biblioteca pública.
Guanlao instaló unas estanterías en plena calle, donde colocó el centenar de libros que formaban su colección, con el objetivo de que sus vecinos los tomaran prestados.
Doce años después de haber tomado esa decisión, lejos de haber perdido la mayoría de sus fondos, la biblioteca cuenta con alrededor de 3.000 ejemplares, gracias a numerosas donaciones.
1 comentario:
esta bin q me gusten los libros pero nunca tanto
Publicar un comentario