Spam en el email de sus señorías.

Distintos grupos de influencia se dedican a bombardear las direcciones de los diputados del Congreso mediante el envío masivo de emails. Que si el 'pensionazo', que si la Ley del Aborto, que si las corridas de toros; cualquier tema es bueno para sacar de sus casillas a los parlamentarios , que no están dispuestos a proteger sus ciberbuzones porque, dicen, es su forma de contacto directo con los ciudadanos.

Por si fuese poco, cada vez que un diputado tiene abre su bandeja de entrada, además de estos 'mail boms', tiene que desechar los correos 'spam' que reciben todas las direcciones informáticas de la red del Congreso, habitual en otras instituciones y centros de trabajo.
Los grupos parlamentarios, desesperados ante la incómoda situación que sufren, ya están estudiando pedir más seguridad a los servicios informáticos de la Cámara Baja, aumentando los filtros. No es tarea fácil: la utilización de estas cribas en otras instituciones ha dado lugar a situaciones rocambolescas. Durante una época en el Parlamento catalán se activaba un filtro en todos los mensajes que contenían la palabra 'amor'; un diputado que se apellida Amorós no podía comunicarse con sus compañeros mediante el correo electrónico.

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