Los datos relativos a las cuentas bancarias de 21 millones de personas en Alemania han sido robados y circulan en el mercado negro a la busca de comprador. Tres de cada cuatro hogares podría haber recibido, sin su consentimiento, cargos ilegales en su cuenta como consecuencia del robo. Desde semanario económico "Witschafswoche", que ha destapado el robo, apuntan a pequeños operadores telefónicos como origen de la sustracción ya que "algunos trabajadores mal pagados mejoran a veces sus ingresos" con la venta de esos datos.
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