Como si una máquina del tiempo les hubiese transportado al pasado siglo, los 200 trabajadores del Ayuntamiento de León volvieron a sus puestos de trabajo con una mesa, una silla, un bolígrafo y un papel como utensilios principales.
Lo cierto es que poco podían hacer sin sus ordenadores y sin las montañas de papel que se almacenaban sobre sus antiguas mesas. “Sólo me han cogido el teléfono y han apuntado lo que he venido a pedir. Después de lo que ha pasado es comprensible, pero habrá gente que tenga que hacer trámites más urgentes que el mío”, señalaba una ciudadana.
Los datos que se almacenaban en el «búnker informático» del Ayuntamiento y que contenían información sobre áreas como comercio, consumo, obras, licencias, establecimientos, datos del padrón, contabilidad y nóminas todavía no están asegurados. El alcalde ha señalado que se desconoce si esta información se ha visto o no dañada por el fuego. En principio, el sistema se encuentra aparentemente bien, pese a que habrá que esperar a realizar las comprobaciones oportunas.
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