El año pasado, la administración de Barack Obama destinó 13.000 millones de dólares a la protección información confidencial, según la Oficina de Seguridad Informativa de EE.UU. El monto asignado para 'guardar secretos' es 10 veces mayor que el presupuesto de la Agencia de Medio Ambiente.
Robert Parry, un periodista de investigación estadounidense, afirma que diversos estudios constataron que muchos de los documentos clasificados no requieren ser protegidos, lo que resulta en una gran pérdida de dinero.
Las agencias de seguridad luchan con uñas, dientes y millones de dólares para intentar que los archivos mejor guardados de la historia del país permanezcan en la oscuridad y en la última década han doblado su inversión en la lucha contra las filtraciones.
“Decir la verdad sobre el poder es peligroso en el mundo de hoy. El poder corrompe a los gobernantes: no les gustan airear los trapos sucios, no les gustan las evidencias. No solo se oponen a la verdad, sino que también la convierten en un crimen”.
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