Manuscritos, incunables, láminas, grabados, mapas y ejemplares únicos con cientos de años a cuestas. Joyas ocultas que ahora muestran, por fin, su historia y belleza. Son las maravillas albergadas en 59 bibliotecas del Ministerio de Defensa, desconocidas, aunque ahora algo menos gracias a una reciente exposición y a un lujoso volumen publicado por este departamento.
El ministerio ha acometido la digitalización de los principales fondos y prevé abrir a final de año una web para que se puedan consultar y admirar libros como el Astronomicum caesareum, de Petrus Apianus, impreso en 1540 y que contiene unos espectaculares grabados a color y esferas móviles que representan la posición de los astros.
Las bibliotecas más antiguas de lo que hoy es la red de centros de Defensa nacieron con la Ilustración. En la actualidad son de acceso gratuito y público, "aunque hay algunas que por estar en cuarteles precisan de una justificación para entrar, por motivos de seguridad".
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