Francia presta, no devuelve...
En 1866 la Marina francesa fue enviada a Corea, tras el asesinato de nueve misioneros franceses, y se llevó a su vuelta 297 volúmenes de manuscritos reales. Estos manuscritos acabaron depositados en la antigua Biblioteca Imperial (actual Biblioteca Nacional de Francia).
Las autoridades francesas han acordado prestar los documentos a Corea, durante cinco años renovables.
Su retorno constituye un préstamo y no una devolución, y se lleva a cabo mediante un acuerdo que busca incrementar los intercambios culturales bilaterales
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En 1866 la Marina francesa fue enviada a Corea, tras el asesinato de nueve misioneros franceses, y se llevó a su vuelta 297 volúmenes de manuscritos reales. Estos manuscritos acabaron depositados en la antigua Biblioteca Imperial (actual Biblioteca Nacional de Francia).
Las autoridades francesas han acordado prestar los documentos a Corea, durante cinco años renovables.
Su retorno constituye un préstamo y no una devolución, y se lleva a cabo mediante un acuerdo que busca incrementar los intercambios culturales bilaterales
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