Sería lógico pensar que el correo electrónico y el bolígrafo ya hubiesen acabado con la pluma estilográfica. Pero no es así. Mientras sus ventas continúan en aumento, cabe preguntarse: ¿será la estilográfica uno de los objetos antiguos que logrará sobrevivir a los vientos de cambio?
Las cifras de ventas van en alza. Parker, que fabrica plumas estilográficas desde 1888, asegura que ha habido un "resurgimiento" en todo el mundo durante los últimos cinco años. Su rival Lamy señala que el volumen aumentó en más del 5% en 2011.
De alguna manera, la pluma se ha convertido en un artículo de lujo y encontró un nicho. Un presidente no firma un tratado con un Bic Cristal. A un ser querido se le obsequia con una estilográfica.
"La escritura es cada vez más exclusiva y personal. Probablemente esa sea la razón por la que algunos hablan del regreso de la pluma estilográfica".
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