Giacomo Girolamo Casanova tardó 10 largos años en redactar su autobiografía. La terminó, sin terminarla del todo, un año antes de su muerte, a los 73 años. Ahora, por primera vez, la Biblioteca Nacional de Francia enseña al público ese manuscrito monumental (3.700 páginas), adquirido en 2010 por un mecenas anónimo que desembolsó siete millones de euros antes de cedérselo a la institución parisiense.
La futurista sede de la biblioteca, un gigantesco edificio de acero y cristal en forma de cuatro libros abiertos situado al este de la capital francesa, en el distrito XIII, cumple así lo prometido el año pasado.
La infancia veneciana en una familia de cómicos, y la juventud en Calabria, Nápoles y Roma, con las primeras aventuras y escándalos, incluida la primicia homosexual, ocupan las tres primeras salas de la muestra.
Un grabado de Goya ilustra su viaje a España. "Fue un viaje raro, en esa época España no figuraba todavía en la ruta de los viajeros europeos". Acosado por los torquemadas patrios, Casanova fue detenido dos veces en aquel lugar lleno de "poblachos", un "prodigio de fealdad y de tristeza". Los varones españoles le parecieron "feos y celosos por naturaleza".
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