7 sept 2008

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La Conferencia Episcopal Española ha respondido al juez Garzón que no tiene competencias para atender su petición. El requerimiento de Garzón instaba a la Conferencia Episcopal a que comunicara a todas y cada una de las parroquias de España que deberían permitir el acceso de la policía judicial para la identificación de los fusilados y desaparecidos desde el comienzo de la guerra civil española. La Conferencia contesta al juez que no se ha dirigido al lugar adecuado y ahora Garzón deberá tomar una nueva decisión que bien podría ser suspender el trámite, cambiar el destinatario de su petición o preguntar a quién debe dirigir el requerimiento.
Mientras, el Centro Jurídico Tomás Moro, valora querellarse contra Garzón: el juez «debería conocer que el Estado español tiene reconocida la inviolabilidad de los lugares de culto, archivos, registros y demás documentos de la Iglesia católica», en virtud del Acuerdo entre España y la Santa Sede de marzo 1979. Según el Centro, este acuerdo ha sido «frontalmente vulnerado» por el juez de la Audiencia Nacional.
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2 comentarios:

miguel álvarez dijo...

Pues parecen tener razón:

"EL ESTADO RESPETA Y PROTEGE LA INVIOLABILIDAD DE LOS ARCHIVOS, REGISTROS Y DEMAS DOCUMENTOS PERTENECIENTES A LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, A LAS CURIAS EPISCOPALES, A LAS CURIAS DE LOS SUPERIORES MAYORES DE LAS ORDENES Y CONGREGACIONES RELIGIOSAS, A LAS PARROQUIAS Y A OTRAS INSTITUCIONES Y ENTIDADES ECLESIASTICAS".

Art. I.6 del Instrumento de ratificación del acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre asuntos jurídicos, firmado el 3 de enero de 1979 en la ciudad del Vaticano.

miguel álvarez dijo...

Ayer decía ZP:

"No puedo entender la hipocresía de aquellos que dicen que divide a un país que las personas mayores puedan saber dónde están sus seres queridos. Como presidente y como patriota no puedo entender que se pueda negar a los familiares el derecho de reconocer a sus seres queridos muertos en circunstancias trágicas".

Claaaaaaaaaro, y los demás nos caímos de un guindo ¿no? ¿Habrá alguien en este país que se oponga a identificar y dar un enterramiento digno a quienes fueron asesinados y están sepultados junto a cunetas, en medio de un monte, en una fosa común, etc? Como no creo que los haya, el problema no es ese, sino que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, parece haber una estrategia bien planificada para ajustar cuentas, enaltecer a los papás y abuelos que lucharon en el bando republicano, y a la vez lanzar una cortina de ignominia sobre todos los que lucharon con los sublevados, y lo que es peor, por rechazo, hacia sus descendientes, como si estuviesen impurificados o careciesen del consabidísimo certificado de limpieza de sangre.

Como el hecho de que nuestros mayores tuviesen esta o aquella ideología no obliga a que los descendientes pensemos igual, pero quien más quien menos, procura honrar su memoria, máxime cuando sabe que papá vivió y murió falangista pero no mató a nadie, el tío X era camisa vieja, tampoco mató a nadie como no fuese en el frente de guerra y ambos no dudaban en denominar asesinos a los responsables de los paseos, e incluso les negaban el saludo cuando se cruzaban con ellos en plena calle... en vista de todo lo anterior, parece que se intenta clavar doblada la providencia de Garzón y hacernos ver algo que la experiencia personal desmiente: Que no, que ni todos los falangistas eran unos asesinos, ni todos los republicanos eran monjas de la Caridad. Que la búsqueda de desaparecidos no puede llevarla adelante el poder judicial, sino la Administración, sea la general del Estado, autonómica, local o todas ellas.

PS: si Garzón busca el Nobel, creo que antes está un personaje al que lamentablemente no conoce ni el gato, que en mi opinión se lo merece mucho más: el Ángel Rojo, una de cuyas máximas era que se puede morir por las ideas, nunca matar; cuyo féretro fue envuelto en la bandera de anarquista y portado por falangistas, y pese a tratarse del año 1972, en su entierro se cantó A las barricadas sin que hubiese el menor incidente.