La Agencia Española de Protección de Datos acaba de dictar una resolución en la que culpa a la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía de haber arrojado a la basura decenas de documentos entre los que había algunos que contenían información de carácter personal.
Media docena de bolsas de plástico de color negro aparecieron tiradas en una zona ajardinada situada cerca del río Genil. Era basura de la delegación de Cultura que había sido depositada en los contenedores que están colocados frente a la sede de dicho departamento. Sin embargo, los desperdicios ‘recorrieron’ misteriosamente dos o tres kilómetros.
Cultura siempre ha sostenido que fue algo intencionado para desprestigiar a la institución y denunció lo ocurrido ante la Policía, que abrió la correspondiente investigación.
Para Protección de Datos es evidente que en la delegación de Cultura se produjo una «vulneración de la seguridad» que permitió que los documentos con información privada «acabaran abandonados».
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