El acuerdo que clasificó como secretos los documentos del Ministerio de Exteriores data de octubre de 2010, pero es ahora cuando se aprecian sus efectos..
Carlos Sanz Díaz, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense, ha presentado un recurso ante el subsecretario de Exteriores en el que se pregunta cómo es posible que investigar las relaciones del régimen franquista con la ya extinta República Democrática Alemana pueda perjudicar a la España democrática del siglo XXI.
La paradoja estriba en que la información que España le niega es pública en Alemania, donde periódicamente se desclasifican los cables diplomáticos de hace 30 años. “Es muy triste que para reconstruir la historia de tu país tengas que marcharte a Alemania”, se lamenta Díaz.
No es un caso aislado. Defensa ha aparcado la desclasificación de 10.000 documentos militares de 1936 a 1968, cuya salida a la luz dejó preparada el anterior Gobierno. El ministro Pedro Morenés alega que su difusión sólo generaría “ruido mediático”.
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