El agua y el papel nunca se llevaron bien. A pesar de ser el soporte más resistente, lo que se comprueba con archivos que tienen más de mil años, los libros son poco resistentes al contacto con el agua y el fuego. Las bibliotecas conocen de estos temas, y en particular la Biblioteca Nacional de Uruguay.
El director de la BN, Carlos Liscano, ha explicado que las inundaciones ocurridas años atrás ya fueron solucionadas. La Sala principal José Artigas fue clausurada en la administración pasada para realizar mejoras, tras la inundación proveniente de los baños. Uno de los problemas actuales son las 15 claraboyas que requieren mejoras, ya que hace 50 años que no son reparadas y filtran la lluvia. Las obras significarían una inversión de 2 millones de pesos.
La puesta a punto ya ha comenzado. En la actual administración se han sacado 24 camiones de basura, muebles rotos y tecnología obsoleta.
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