El archivo oculto de los Machado.
Los herederos de Antonio y Manuel Machado descubrieron hace un año y medio 3.000 documentos. Material aún inédito que saldrá publicado próximamente. Aunque si ninguna editorial se interesa, es posible que lo cuelgue directamente en internet.
Es el archivo que se quedó en Madrid una vez estalló la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936.
Manuel y Antonio habían abandonado la ciudad en julio y noviembre de aquel año, respectivamente. Los dos tenían pensado regresar, pero cuando acabó la guerra todo había cambiado. Antonio había muerto en la ciudad francesa de Collioure, en febrero de 1939, y Manuel fue el encargado de recoger el material de la casa de su hermano entonces en la madrileña calle General Arrando y llevárselo a la suya, en Churruca, muy cerca de la Biblioteca Municipal. Tras la muerte de Manuel, en 1947, y la del único hermano que permanecía en España, Francisco, todo el material pasó a manos del resto de descendientes.
Ni el Ministerio de Cultura ni el Ayuntamiento de Sevilla ni la Junta de Andalucía mostraron su disposición hacia el archivo machadiano, según cuenta el sobrino-nieto de los hermanos, Manuel Álvarez Machado.
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Los herederos de Antonio y Manuel Machado descubrieron hace un año y medio 3.000 documentos. Material aún inédito que saldrá publicado próximamente. Aunque si ninguna editorial se interesa, es posible que lo cuelgue directamente en internet.
Es el archivo que se quedó en Madrid una vez estalló la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936.
Manuel y Antonio habían abandonado la ciudad en julio y noviembre de aquel año, respectivamente. Los dos tenían pensado regresar, pero cuando acabó la guerra todo había cambiado. Antonio había muerto en la ciudad francesa de Collioure, en febrero de 1939, y Manuel fue el encargado de recoger el material de la casa de su hermano entonces en la madrileña calle General Arrando y llevárselo a la suya, en Churruca, muy cerca de la Biblioteca Municipal. Tras la muerte de Manuel, en 1947, y la del único hermano que permanecía en España, Francisco, todo el material pasó a manos del resto de descendientes.
Ni el Ministerio de Cultura ni el Ayuntamiento de Sevilla ni la Junta de Andalucía mostraron su disposición hacia el archivo machadiano, según cuenta el sobrino-nieto de los hermanos, Manuel Álvarez Machado.
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