En 1234, el papa Gregorio IX encargó a San Raimundo de Peñafort que recopilara las leyes y disposiciones pontificias promulgadas por todos los Papas. El objetivo no era otro que contar con una obra de referencia de derecho canónico y se convirtió en básica para el funcionamiento de la Iglesia. Bajo el título de Los Decretales, fue uno de los libros con más ediciones, más de 20 antes de 1500.
Ahora, cinco siglos después, las labores de organización y catalogación que se realizan en el biblioteca diocesana de Tudela han deparado una sorpresa mayúscula: la aparición de un ejemplar incunable de esta obra, impreso en Roma en 1474. El hallazgo tiene una gran importancia, ya que se trata del incunable más antiguo de Navarra del que tenga constancia el Servicio de Bibliotecas, que colabora con la catalogación del archivo.
Ahora, cinco siglos después, las labores de organización y catalogación que se realizan en el biblioteca diocesana de Tudela han deparado una sorpresa mayúscula: la aparición de un ejemplar incunable de esta obra, impreso en Roma en 1474. El hallazgo tiene una gran importancia, ya que se trata del incunable más antiguo de Navarra del que tenga constancia el Servicio de Bibliotecas, que colabora con la catalogación del archivo.
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