17 may 2008

Ibercaja dona 100.000 euros a las Cortes de Aragón para realizar adquisiciones a su Fondo Documental.
Ibercaja donará a las Cortes de Aragón 100.000 euros para que esta continúe con la labor de adquirir documentos para su Fondo Documental. Se trata de una iniciativa que se creó hace diez años y que ha reunido ya más de 1.700 documentos. El catedrático de Historia Moderna Guillermo Redondo que ejerce como experto en las adquisiciones y clasificación de los documentos, explicó el interés por recuperar ejemplares únicos sobre la Aljafería, las Cortes y Aragón en general.

2 comentarios:

miguel álvarez dijo...

De "fondo" de archivo, creo que poco ¿no?

Fondo Documental Histórico

De experto, no dudo que en historia contemporánea, pero en cuestiones de archivos y documentos, es de suponer que como la mayoría, no distingue un inventario de un catálogo, ni un fondo de una colección, y a los ejemplitos de más adelante me remito. Si hacemos caso al medio, hay algunas frases que chirrían, como chirría que se ponga a un historiador, del que no se sabe que tenga conocimientos de archivística o biblioteconomía, a adquirir y sobre todo "clasificar" materiales para crear una colección de documentos sueltos tratados como material de biblioteca, aunque algunos sean de archivo. Dos o tres ejemplitos:

1) "se han reunido documentos importantes sobre donaciones reales, con firmas autógrafas de soberanos de distintas épocas", (hay un libro que recoge los privilegios reales de la ciudad de Fraga desde el siglo XIII).

Y digo yo... ¿no parece un libro propio del Archivo Municipal de Fraga? Si esto así, ¿no estaría mejor en su lugar de procedencia que incluido en un refrito de documentos de archivo-biblioteca?

2)Añade que hay "protocolos de nombramiento real que iban por todo Aragón recogiendo hechos". Son esos documentos notariales, según el experto, los que dan cuenta de la vida cotidiana.

Si en realidad dijo eso, pues vaya birria de experto, porque como bien sabes, protocolo es la reunión ordenada de todas las escrituras de las que da fe un escribano o notario a lo largo del año, y difícilmente el rey nombraba protocolos que iban ellos mismos por sus propios y respectivos mecanismos, "recogiendo los hechos". Con dificultad se colige que tal vez aluda a escribanos o notarios reales, aquellos que no tenían una escribanía determinada, daban fe en distintos lugares, no podían actuar en donde hubiese escribano de número sin consentimiento de éste, etc. Estos escribanos reales generaban protocolos, que son propios de archivos en los que se conserven protocolos, y no de bibliotecas, que a mí siempre me parecieron esperpénticos esos títulos y catalogaciones de materiales de archivo tratados con técnicas propias de una biblioteca.

3) Si nos vamos a otros medios, por ejemplo, aquí resulta que leo:

La iniciativa "ha reunido ya más de 1.700 documentos y ha generado cuatro catálogos. “Cuatro catálogos en diez años no hay institución en el mundo que lo haya producido”, ha indicado el asesor cultural de las Cortes aragonesas, Guillermo Redondo.

Este buen señor se debe creer que ha inventado la rueda o que los archivos y bibliotecas, antes de su llegada, no existían ni se trabajaba en ellos ¿Que no hay institución en el mundo (mundial) que no haya generado cuatro catálogos en diez años? Tururú. Es decir, o bien se le podría aplicar aquello de que mientes más que dientes tienes, lo cual parece improbable, o bien que carece de conocimientos suficientes para abordar la tarea que se le ha encomendado y no sabe de lo que habla, porque un catálogo de 1.700 registros no está mal, pero tampoco es una cosa para echar cohetes. Si lo fraccionas en cuatro subcatálogos, calcúlale a cada uno algo así como 425 registros y tú me dirás si es algo inusitado o que no se haga en cualquier archivo o biblioteca...


Parece que en Aragón está de moda que un profesor de Historia se ponga a organizar y crear archivos históricos. No sé si recuerdas a aquel profesor que dirigía la organización y descripción de los fondos de la Delegación y subdelegaciones del Gobierno en Aragón, y que al parecer se inventó unas normas para proporcionar información o permitir el acceso a documentos públicos que afectasen al honor, intimidad y demás, pues no bastaba -salvo excepciones apreciadas por él- con que hubiesen pasado los famosos cincuenta años, sino que había que demostrar un parentesco para que te facilitasen datos. Me gustaría saber cómo lo hacía, pero no debía ser aquello muy regular cuando recuerdo que te dirigiste a él y no tuvo el detalle de contestarte.

archivistica dijo...

La verdad es que a los periodistas les da lo mismo poner "archivo", "fondo documental", "colección"... y muchas veces las noticias son confusas y hay que deducir, como en este caso, de qué se está hablando.
Con todo el lío que hay que arxiforum con el tema del colegio de archiveros y/o bibliotecarios y/o documentalistas... como para decirles que también están los historiadores que ejercen de archiveros y/o bibliotecarios expertos...