A unos metros de la revolucionaria Tahrir, los andamios sostienen las ruinas de un edificio devorado por el fuego. El inmueble, sede del Institut d'Égypte, guardaba entre sus muros más de 200.000 documentos y manuscritos de una institución que nació el 20 de agosto de 1798 al calor de la expedición de Napoleón Bonaparte.
Los legajos sobrevivieron a la derrota francesa, el poder otomano, dos guerras mundiales y la independencia del país árabe. Pero no lograron salir indemnes de las llamas que, durante 12 horas, asolaron el edificio el pasado 17 de diciembre en medio de graves disturbios entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Aquella noche, el decano de Historia de la Universidad Americana de El Cairo Jaled Fahmy fue testigo directo de la quema. "Vi a muchas personas, la mayoría jóvenes e incluso niños, entrar y salir del infierno con pilas de libros en la cabeza para entregárselos a la Policía Militar".
Según el director de la Biblioteca Nacional, Zain Abdel Hadi, el proceso de restauración de los 20.000 volúmenes recuperados se prolongará entre 10 y 15 años.
El fuego y el agua dañaron una colección que incluye manuscritos raros y ejemplares de ediciones limitadas cuya labor de recuperación necesitará "de la ayuda de organismos internacionales y de grandes sumas de dinero".
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