El edificio que alberga los Juzgados de Pola de Siero (Asturias) se deteriora irremisiblemente y los trabajadores sufren cada cierto tiempo algún contratiempo relacionado con el mal estado de las instalaciones. La última ha sido la filtración de aguas fecales de los baños del Juzgado.
Este problema se suma a otros muchos que tiene el edificio de los Juzgados, debidos, en buena medida, a su antigüedad y a la falta de un mantenimiento adecuado.
El más llamativo es el del archivo de los juzgados número 1 y 2, los más antiguos del edificio. Ubicado en los sótanos del edificio, se encuentra en muy malas condiciones de conservación, lo que no sólo impide el buen funcionamiento y la localización adecuada de los documentos, sino que también complica las condiciones de trabajo de los trabajadores, porque el exceso de humedad y la acumulación de polvo cargan enormemente el ambiente hasta el punto de que algunos trabajadores se han visto obligados a entrar provistos de mascarillas e, incluso, los ha habido que se han negado a trabajar en esas condiciones. Los archivos requieren una limpieza profunda y también el expurgo de muchos de los documentos, una labor que, dadas las limitaciones de personal y de tiempo que tienen los juzgados, en la práctica es muy difícil de llevar a cabo.
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