En Francia un agente del FBI se dejó olvidada una carpeta con documentos secretos en un café de comida libanesa. "En un principio me pareció que era una carpeta común y corriente, pero después de examinar su contenido, vi en su interior cosas increíbles", comentó Bilal Herche, dueño del restaurante.
Al darse cuenta de que los papeles eran documentos secretos del FBI, procedió de inmediato a comunicarse con representantes del servicio secreto estadounidense.
Cuando el FBI recibió la llamada del dueño del café, los agentes federales en principio no creyeron en la veracidad de esta información y le pidieron que leyera en voz alta la primera página del informe.
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