“Servirse de un documento singular como punto de apoyo para el examen de su contexto histórico envolvente enfatiza el carácter de labor intelectual de interpretación humana, falible y perfectible, pero también lógica y demostrativa, que tiene la disciplina científico-humanística o científico-social de la Historia”, plantea Enrique Moradiellos en la introducción de La historia contemporánea en sus documentos.
Los documentos sirven de catapulta hacia los grandes acontecimientos de la historia contemporánea pero también hacia fenómenos sociales e ideológicos que han transformado el mundo desde entonces.
La revolución bolchevique y el nacimiento del comunismo se explica a partir de dos fotografías que ya pertenecen a la historia de la fotografía manipulada. Se corresponden con la famosa imagen de Lenin pronunciando un discurso en la plaza del Teatro Bolshoi de Moscú, escoltado por Trotsky en las escaleras, y la instantánea retocada y manipulada durante el mandato de Stalin en la que literalmente se ha borrado a Trotsky de la fotografía. También el vacío es un documento.
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