Ochenta años después de su huida del nazismo, el legado de Ana Frank, la joven autora de los célebres "Diarios" de la persecución judía, vuelve para instalarse en el Museo Judío de Fráncfort.
Cientos de objetos, muebles, documentos, pinturas, libros y recuerdos de la familia hebrea, cuyo retrato literario emocionó a generaciones, retornan ahora a una ciudad convertida en pujante capital financiera.
Ana Frank nació en Fráncfort en 1929 y murió de tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen, en 1945, mes y medio antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Hasta los seis años vivió en Fráncfort, donde su padre trabajaba en una fábrica de mermeladas. Su familia era abierta y reformista y los hijos gozaron de una envidiable educación y una inacabable biblioteca.
El famoso diario, escrito desde la buhardilla donde se escondía la familia, no forma parte del legado que se expondrá en el museo de Fráncfort y permanecerá en Ámsterdam.
El Museo Ana Frank de la capital holandesa se centrará en la persecución y escondite, mientras que la muestra de Fráncfort estará más basada en la historia familiar local.
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