3 mar 2008

Chunta Aragonesista (CHA) reivindica el retorno de los bienes históricos y artísticos "expoliados al pueblo aragonés".
CHA exigirá al Estado la devolución a sus propietarios de la documentación incautada a las administraciones locales aragonesas durante y después de la Guerra Civil: todo el patrimonio aragonés "que está fuera", como la documentación de la Guerra Civil, "ubicado en la actualidad en el Archivo de Salamanca".

1 comentario:

miguel álvarez dijo...

A ver qué opinan y qué ocurre, cuando se haga uso "mediante el procedimiento que reglamentariamente se determine", de los documentos referidos a la Guerra Civil y subsiguiente represión, porque la Ley de la Memoria Histórica dispone que las funciones del Centro Documental de la Memoria Histórica son, entre otras:

"Mantener y desarrollar el Archivo General de la Guerra Civil Española creado por Real Decreto 426/1999, de 12 de marzo. A tal fin, y mediante el procedimiento que reglamentariamente se determine, se integrarán en este Archivo todos los documentos originales o copias fidedignas de los mismos referidos a la Guerra Civil de 1936-1939 y la represión política subsiguiente sitos en museos, bibliotecas o archivos de titularidad estatal, en los cuales, quedará una copia digitalizada de los mencionados documentos". [Art. 20.2.a].

http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/l52-2007.html#a20

El mundo al revés... De acuerdo con esta disposición, fracciones de los fondos de gobiernos civiles, delegaciones de Hacienda, juzgados de responsabilidades políticas, causas de las audiencias, expedientes de depuración en diversos organismos, fondos privados, y tantos otros documentos que se usan para estudiar la Guerra Civil y posterior represión, podrían integrarse, originales, en el nuevo Centro Documental de la Memoria Histórica. Eso sí, hay "generosidad": en los archivos, bibliotecas y museos de titularidad estatal en donde se desarrollase este expolio, quedarían copias digitalizadas.

Espero que la cosa sea al revés, y que el método determine reglamentariamente que los originales se queden en donde esté el fondo al que pertenecen, y para Salamanca se vayan las copias, que lo contrario abre un melonar de muy previsibles consecuencias, y además por todo el país.