El fotógrafo y teórico Joan Fontcuberta, critica el “estrepitoso fiasco” de la exposición que el Ministerio de Cultura español ha organizado en Nueva York sobre Centelles:
"Las ochenta obras seleccionadas no se exhiben en un museo o galería de prestigio sino en una discreta dependencia universitaria, un vestíbulo multiusos que conecta el control de seguridad del edificio con aulas y despachos; las fotografías están mal colgadas, mal iluminadas, en medio de mesas y máquinas de café".
"Pero si no hay nada recriminable a NYU, que se limita a acoger la muestra, otro cantar es la competencia del ministerio. Se ha editado un catálogo ambicioso en formato y extensión - aunque de diseño amuermado y traducción al inglés un tanto macarrónica".
"El caso Centelles fue un desaguisado a tres bandas que ya es irremediable. Sin apelar a apropiaciones nacionalistas ni a sentimientos identitarios de un sitio o de otro, sino al simple respeto que debemos a una gran figura de la historia de la fotografía, quienes en definitiva quisimos tanto a Agustí como persona como admiramos su obra como fotógrafo, pensamos que su memoria merece mucho más: más rigor y menos chapuzas, más generosidad y menos cabezonería, más profesionalidad y menos instrumentalización política".
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