Digitalizan 3.000 cajas con documentación de los "esclavos de Franco".
El Tribunal de Cuentas ha digitalizado unas 3.000 cajas con documentación sobre uno de los episodios más amargos de la posguerra española, el de los innumerables prisioneros, más conocidos como "esclavos de Franco", que fueron obligados a trabajar en campos de concentración de todo el país.
Estas cajas están depositadas desde hace tiempo en el Tribunal de Cuentas, máximo órgano fiscalizador de las cuentas del Estado, y serán trasladadas al Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, que alberga información histórica sobre la Guerra Civil español (1936-1939).
Decenas de miles de presos republicanos se vieron obligados a realizar trabajos forzosos para reconstruir todo tipo de infraestructuras que habían quedado destrozadas por la contienda: carreteras, canales, pantanos, aeropuertos o rehabilitaciones de iglesias.
En las 3.000 cajas "hay abundante documentación sobre cada uno de los prisioneros de cada batallón", afirmó Blanco, quien añadió que los archivos no reflejan sólo la dura situación de quienes trabajaban en los batallones.
Además, explicó, figura la de quienes lo hacían para empresas, algunas de ellas "muy conocidas y que conseguían así una mano de obra fácil y muy barata".
Ese capítulo de la represión franquista también se podrá consultar en Internet, en el Portal de Archivos Españoles (PARES), pero sólo aquellos documentos que la Ley de Preservación de Datos permita.
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El Tribunal de Cuentas ha digitalizado unas 3.000 cajas con documentación sobre uno de los episodios más amargos de la posguerra española, el de los innumerables prisioneros, más conocidos como "esclavos de Franco", que fueron obligados a trabajar en campos de concentración de todo el país.
Estas cajas están depositadas desde hace tiempo en el Tribunal de Cuentas, máximo órgano fiscalizador de las cuentas del Estado, y serán trasladadas al Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, que alberga información histórica sobre la Guerra Civil español (1936-1939).
Decenas de miles de presos republicanos se vieron obligados a realizar trabajos forzosos para reconstruir todo tipo de infraestructuras que habían quedado destrozadas por la contienda: carreteras, canales, pantanos, aeropuertos o rehabilitaciones de iglesias.
En las 3.000 cajas "hay abundante documentación sobre cada uno de los prisioneros de cada batallón", afirmó Blanco, quien añadió que los archivos no reflejan sólo la dura situación de quienes trabajaban en los batallones.
Además, explicó, figura la de quienes lo hacían para empresas, algunas de ellas "muy conocidas y que conseguían así una mano de obra fácil y muy barata".
Ese capítulo de la represión franquista también se podrá consultar en Internet, en el Portal de Archivos Españoles (PARES), pero sólo aquellos documentos que la Ley de Preservación de Datos permita.
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