La cadena Lidl elaboró fichas secretas con las enfermedades de sus empleados.
La cadena alemana de supermercados Lidl, con filiales en toda Europa, se encuentra en el ojo del huracán por el uso indebido de los datos personales de sus empleados. Se ha desvelado que apuntaba todas las enfermedades de sus trabajadores en fichas internas, algo que prohíbe la legislación alemana. La ley alemana establece que los datos sobre la enfermedad de los trabajadores deben quedar en manos del seguro médico, pero no del empleador.
Este caso ha sido desvelado por el semanario Der Spiegel , que recoge varios ejemplos de lo que escribían los responsables de la firma en esas páginas. Los documentos, hallados por causalidad en un cubo de basura en la ciudad de Bochum, hablan, por ejemplo, del caso de una empleada que se dio de baja porque que quería «quedarse embarazada y no ha funcionado la inseminación artificial».
Lidl ha reconocido en un comunicado que confeccionó esas fichas, pero asegura que lo hizo únicamente para poder recolocar a sus empleados en puestos más acordes con su estado de salud. El presidente de Lidl-Alemania, Frank-Michael Mros, aseguró que la cadena dejó de emplear esta práctica a finales del 2008, tras constatar que no se ajustaba a los reglamentos de la protección de datos.
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La cadena alemana de supermercados Lidl, con filiales en toda Europa, se encuentra en el ojo del huracán por el uso indebido de los datos personales de sus empleados. Se ha desvelado que apuntaba todas las enfermedades de sus trabajadores en fichas internas, algo que prohíbe la legislación alemana. La ley alemana establece que los datos sobre la enfermedad de los trabajadores deben quedar en manos del seguro médico, pero no del empleador.
Este caso ha sido desvelado por el semanario Der Spiegel , que recoge varios ejemplos de lo que escribían los responsables de la firma en esas páginas. Los documentos, hallados por causalidad en un cubo de basura en la ciudad de Bochum, hablan, por ejemplo, del caso de una empleada que se dio de baja porque que quería «quedarse embarazada y no ha funcionado la inseminación artificial».
Lidl ha reconocido en un comunicado que confeccionó esas fichas, pero asegura que lo hizo únicamente para poder recolocar a sus empleados en puestos más acordes con su estado de salud. El presidente de Lidl-Alemania, Frank-Michael Mros, aseguró que la cadena dejó de emplear esta práctica a finales del 2008, tras constatar que no se ajustaba a los reglamentos de la protección de datos.
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