La plantilla, asignatura pendiente del Archivo Histórico de Asturias.
Tres mil quinientos investigadores pasaron por el Archivo Histórico entre el 24 de marzo y el 31 de diciembre de 2010, año de su apertura en la nueva sede. Los estudiosos alaban las condiciones en las que realizan el trabajo, pero se quejan de que no abra todas las tardes.
Los técnicos siguen siendo dos: Ángel Argüelles y Conchita Paredes. Esta última debe sumar a las funciones de dirección y gestión de un edificio de estas características, las propias de una archivera apasionada por su trabajo, sin olvidar la atención a los investigadores y las visitas guiadas. Más de setecientas personas lo visitaron entre el 1 de mayo y el 31 de diciembre del pasado año. «Es un edificio muy singular, con un gran peso histórico y sentimental», explica Conchita Paredes.
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Tres mil quinientos investigadores pasaron por el Archivo Histórico entre el 24 de marzo y el 31 de diciembre de 2010, año de su apertura en la nueva sede. Los estudiosos alaban las condiciones en las que realizan el trabajo, pero se quejan de que no abra todas las tardes.
Los técnicos siguen siendo dos: Ángel Argüelles y Conchita Paredes. Esta última debe sumar a las funciones de dirección y gestión de un edificio de estas características, las propias de una archivera apasionada por su trabajo, sin olvidar la atención a los investigadores y las visitas guiadas. Más de setecientas personas lo visitaron entre el 1 de mayo y el 31 de diciembre del pasado año. «Es un edificio muy singular, con un gran peso histórico y sentimental», explica Conchita Paredes.
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