
Once millones de euros, prácticamente a la basura. El Gobierno vasco ha decidido iniciar el proceso para poner fin a la distribución y el uso de la tarjeta ONA, el dispositivo puesto en marcha hace tres años por el Ejecutivo con dos objetivos: convertirse en la nueva tarjeta de identificación sanitaria ante Osakidetza y servir de plataforma para todas las relaciones entre el ciudadano y las administraciones públicas, incluso con algunas entidades bancarias, a través de Internet.

Tanta complejidad ha derivado en que la tarjeta «no sea operativa» y, en consecuencia, tenga un uso muy limitado.
«No hace falta tener siete tarjetas encima para relacionarse con la Sanidad o la Administración», ahora «el DNI y la tarjeta sanitaria de toda la vida van a bastar para hacer todo».
La ONA no va a desaparecer inmediatamente, sino que será «un proceso», indicaron fuentes de Sanidad. El Ejecutivo ya anunció en diciembre que preveía ralentizar su distribución.
Más información
La ONA no va a desaparecer inmediatamente, sino que será «un proceso», indicaron fuentes de Sanidad. El Ejecutivo ya anunció en diciembre que preveía ralentizar su distribución.
Más información
No hay comentarios:
Publicar un comentario