"Austeridad y rigor" para los presupuestos de Cultura.El ministro de Cultura, César Antonio Molina, consideró hoy que los presupuestos 2009 destinados al Departamento que dirige son "los mejores posibles" en época de crisis. El Ministerio, dijo, los ha luchado "cuerpo a cuerpo" para que todas las "esenciales" partidas prometidas fueran "intocables". La partida para Archivos será de 65,7 millones de euros, con un incremento de las inversiones, destinadas, por ejemplo, a la reforma del Archivo Histórico Nacional y a los Archivos provinciales como el de Huelva o Guadalajara. Entre los compromisos con las infraestructuras se encuentra, además, el Centro de la Memoria Histórica de Salamanca (3,6 millones de euros).
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"Molina, que estuvo acompañado durante la presentación por la subsecretaria de Cultura, María Dolores Carrión, resumió en tres puntos las líneas de actuación del Ministerio para 2009: "austeridad en el gasto, cumplimiento íntegro de todos los compromisos y fomento de las industrias culturales" ".
Jejeje... Tururú. Ni que no hubiese ejemplos para desconfiar; vamos, que no me lo creo.
Por poner un ejemplito (o dos, o tres, o los que hagan falta, que los hay), antes de las últimas elecciones generales, Rogelio Blanco prometió levantar un edificio para el Archivo Histórico Provincial de A Coruña "en unos tres años", rehabilitando un inmueble que ahora sabemos acogerá dependencias municipales y no tendrá nada que ver con el "comprometido" AHP. Pasen y vean:
1) El Archivo Histórico Provincial de A Coruña se instalará en la antigua Fábrica de Tabacos de la ciudad herculina
2) La Fábrica de Tabacos será la sede del Archivo Histórico Provincial
Podemos recordar también que la ley 21/2005, de 17 de noviembre, de restitución a la Generalidad de Cataluña de los documentos incautados con motivo de la Guerra Civil custodiados en el Archivo General de la Guerra Civil Española y de creación del Centro Documental de la Memoria Histórica, disponía que éste entraría en funcionamiento un año más tarde. Tururú también. Han pasado tres años y de haber entrado en funcionamiento, nada de nada.
Podemos recordar también la ambigüedad calculada que usa el mismo Rogelio Blanco cuando declara que "PARES tiene como objetivo servir como el archivo digital por el que los ciudadanos e investigadores puedan acceder progresivamente vía Internet de forma libre a los 257 kilómetros de estanterías llenas de documentos de los principales archivos de España". Y se queda tan ancho...
Lo que no dice es que, todavía tiene que avanzar bastante la informática para que se puedan subir a la red 257 km de estantería; lo que no cuenta es que, de acuerdo con el plan de digitalización y al ritmo con el que comienzan -que me parece de cierta consideración- se tardarían cien mil añitos de nada en digitalizar esos 257 km.
¿Qué decir de la inauguración a bombo y plantillo de las obras del Archivo de Simancas a principios de año? Yo diría que fue una inauguración de cara a la galería, justo antes de las elecciones, más que nada porque a día de hoy parte de los fondos simanquinos continúan en el Archivo de la Chancillería de Valladolid.
Y aunque podríamos seguir ad infinitum et plus ultra -con perdón por el latinajo- como he mencionado a Simancas, concluyo dándome el gustazo de recomendar un artículo que aparece en la web del mismo Archivo de Simancas, Simancas y la Guerra de la Independencia, dedicado al expolio de sus fondos por parte de los franceses. Sólo matizaría, con toda humildad una frase:
"Derrotado Napoleón, la documentación fue devuelta a España en virtud de los acuerdos suscritos en el Congreso de Viena en 1816".
Como muy bien saben en ese Archivo, no toda la documentación expoliada llegó en el siglo XIX, sino que hubo de esperarse hasta el 6 de noviembre de 1942 para ver restituidos los papeles de la Negociación con Francia de Patronato Real; parte de la misma negociación en la sección Estado; algunas unidades correspondientes a las negociaciones Corona de Castilla, Corona de Aragón, Nápoles, Milán, Venecia, Alemania y Negocios Extraordinarios de la parte del Norte, que formaban los legajos K 1.385 a K 1.711 en los Archivos Nacionales de París, tal y como relata A. de la Plaza en su Guía del investigador
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