11 feb 2009

El archivo militar de Sevilla 'congela' cientos de peticiones tras el fraude.
Fuentes de Defensa aducen que las restricciones obedecen a un intento por controlar más de cerca el trasiego de legajos. Tras lo sucedido con el caso del funcionario que digitalizaba expedientes de forma fraudulenta, se decidió tomar cartas en el asunto. Es el comandante Gil Honduvilla, anterior secretario relator, quien coordina a los dos archiveros y al técnico de la Junta en sus labores de conservación y, en teoría, de localización de expedientes. “Hemos extremado los controles para que nadie con otras intenciones que no sean las meramente archivísticas toque los fondos, con lo que esperamos evitar nuevas tentaciones”, “el funcionario administrativo no tiene ya más contacto con los legajos que el de servírselos a los que los piden, pero la búsqueda y ordenación es supervisada por nuestro personal”. Es en este contexto en el que hay que entender la decisión de Defensa de restringir las consultas de los fondos del archivo a la mañana de los viernes, lo que ha provocado un atasco monumental.
En Defensa están intentando “flexibilizar las condiciones”. A la espera de que el ministerio responda a los diputados, la solución pasa por un reajuste parcial del personal militar, “que antes desarrollaba varias funciones y ahora se centran en el archivo”.

1 comentario:

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

No entiendo nada. Dos archiveros y un administrativo, todos coordinados por el secretario-relator y no son capaces de servir al momento la documentación que se pide. Si no hay IDDs o los están haciendo:

1.- ¿No hay un libro registro de expedientes o un fichero, o un instrumento de control?

2.- ¿Los legajos no llevan cartelas?

Rraro-rRaro-rRaro, vamos, rarísimo, que un archivo administrativo como ese no debe ser tan grande, algún orden interno debe tener aunque no esté descrito y no debe ser difícil poner a disposición de los ciudadanos los documentos que soliciten.

Si el Archivo Intermedio Militar de Ferrol, con 3.328 cajas de fondos judiciales funciona a satisfacción de los investigadores -o eso se lee en foros de memoria histórica- sin que se sepa que posea una plantilla para echar cohetes ¿qué problema tienen en Sevilla para no abrir las puertas de lunes a viernes y servir al momento los documentos solicitados?

Si hacemos caso a la noticia -que con lo precisos que son los periodistas no sé si será ir más allá de lo razonable- la situación es doblemente vergonzosa, tanto por el trapicheo, como por la incapacidad de los dos archiveros de ofrecer un servicio mínimo como es servir la documentación.