10 nov 2008

Sus acciones nunca perderán valor.
Tiene más de 1.200 acciones, documentos contables que acreditan que es propietario de una parte del capital de una sociedad anónima. Si no fueran antiguas, sería el capitalista más importante de las compañías más influyentes de los últimos cuatro siglos. Con una trayectoria profesional ligada a la economía, la afición de Ibáñez se gestó –como no podía ser de otro modo– cuando trabajaba en la Bolsa de Madrid, hace 24 años. Le apasionaban los títulos antiguos y comenzó a tener una obsesión: encontrar uno de la cerveza El Águila, firmado por su bisabuelo. Y lo consiguió. Lo compró en la Bolsa por tan sólo 500 pesetas. Se trataba de la acción número 1de la sociedad (1953). El coleccionista conserva la meticulosidad británica y funciona como un reloj suizo para mimar sus títulos de propiedad. Los tiene clasificados en álbumes por temas y regiones. Sobre todo, para él son «sagradas» las acciones de plazas de toros. «Una preciosa acción modernista», de 100 pesetas nominales, es la de la Compañía de la Nueva Plaza de Toros Arenas de Barcelona (1900).

No hay comentarios: