21 nov 2008

Primer Encuentro Internacional de Centros de Memoria Histórica.
Los días 28, 29 y 30 de noviembre tendrá lugar el Primer Encuentro Internacional de Centros de Memoria Histórica en Salamanca. En él se darán cita representantes de instituciones similares al Centro Documental de la Memoria Histórica y personalidades relevantes de la lucha contra la represión política.

2 comentarios:

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Pues a ver si se acuerdan también de lo que sigue. En el lado Republicano, no todo se redujo a encomiables trabajos como los desarrollados por la Junta de Incautración y Protección del Tesoro Artístico, sino que hubo lunares...

Según P. Moa:

1) "El Ministerio de Instrucción Pública, por orden de 2 de septiembre de 1937, mandó reducir a pasta de papel 300 toneladas de documentación archivística y veinte toneladas más de libros escritos por “elementos fascistas”".

Acabo de consultar la Guía del Archivo Central del Ministerio de Educación y Ciencia, de M. Carmona de los Santos (Alcalá de Henares, 1975, p. 27) y se ocupa de dos expurgos, uno de 1911 con 59 legajos; y otro de 1941 por el que se venden a La Papelera Madrileña 10.950 kg de papel. Me parece extraña la omisión y es de suponer que la autora conocía mejor la historia de su archivo que la fuente en la que se apoya el Sr. Moa, pero supongo que todo es posible.

2) "Otros muchos fondos de archivo fueron quemados, como gran parte de los del Ministerio de Hacienda, según informe del encargado de la tarea: “Ya es sabido que los numerosísimos fondos que constituían este Archivo fueron, casi en su totalidad, quemados en el mes de diciembre pasado (de 1936), al necesitarse para servicios de guerra los sótanos en que estaban custodiados (…) El papel salvado (…) estima el informante que puede ser todo considerado como inútil” (En Mitos de la guerra civil)".

Algo sobre lo mismo cuenta Matilla Tascón en la introducción a la Guía de los fondos históricos del Archivo Central del Ministerio de Hacienda (Madrid, 1962, p. III).

Y J. Gaite Pastor en la publicación en microforma Sección de Fondos Contemporáneos. Guía de fondos de la sección (Madrid, 1988, p. 19) señala que el primer autor se hizo cargo de estos fondos entre los "restos" que pudieron recuperarse tras el desastre de la guerra civil.

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

Que me olvidaba... Tal vez P. Moa barra para casa en lo que al Archivo Central de Educación se refiere, pero en otros casos, me lo creo.

Echando un vistazo a la Guía del Archivo Central del Ministerio del Interior de P. Serra Navarro (Madrid, 1981, p. 60), resulta que "durante la Guerra Civil de 1936 a 1939 se perdió gran cantidad de documentación -por mal trato e, incluso, utilización para pasta de papel-, cuya relación no consta".

O también: "En 1939, cuando el archivero Sr. Fabié se hace cargo del Archivo del Ministerio tras dos años y medio de ausencia, los locales ofrecían un lamentable aspecto de abandono y suciedad; la documentación había mermado considerablemente, por el mal trato y las sacas efectuadas para elaboración de pasta de papel. En la Biblioteca faltaban las colecciones de la Gaceta de Madrid y el Diccionario de la Administración de Alcubilla, así como numerosos ejemplares de la Colección Legislativa de España, que constituyeron siempre el núcleo principal de libros. El mobiliario había desaparecido casi todo, así como una máquina de escribir. Los sótanos del Archivo todavía se utilizaban como depósito de presos y detenidos, por lo que fue imposible, en tanto se mantuvo la situación, establecer con exactitud la pérdida de documentos" (p. 56).

No se vayan todavía, aún hay más: "Durante la Guerra Civil los locales del Archivo-Biblioteca en el edificio de la Puerta del Sol pasaron por diversas y antagónicas vicisitudes. Fueron, sucesivamente, Oficina de Automóviles Oficiales, Inspección de Servicios de Orden Público, Inspección de Milicias de la U.G.T, Centro de recuperación de obsjetos sustraídos y Depósito de detenidos a disposición de la autoridad gubernativa. En 1939 su estado de abandono y suciedad era impresionante; y las pérdidas de mobiliario y documentación cuantiosas, afirmándose que buena parte de los fondos habían sido extraídos para convertirlos en pasta de papel" (p. 51-52).