El portavoz de Izquierda Unida en Las Cortes de Aragón, Adolfo Barrena, formulará una pregunta ante el Pleno a la consejera de Salud y Consumo, Luisa Mª Noeno, relativa al nivel de seguridad y confidencialidad de los pacientes ante la digitalización de los historiales clínicos. Desde el Área de Salud de IU Aragón informan que, “según se señala en diferentes medios, como medida para agilizar y mejorar la sanidad pública se tiene previsto la digitalización de los historiales clínicos en pacientes de Atención Primaria”.
“Esta base de datos permite el intercambio de información entre comunidades autónomas y la identificación de cada ciudadano, gracias a la integración de la información procedente de todas las tarjetas sanitarias”, explican y denuncian que “en Aragón se centralizaría a través de una empresa privada ubicada en el Parque Tecnológico Walqa, que debe de garantizar el nivel de seguridad y confidencialidad de los datos como aspecto fundamental, aspecto que no queda explicitado”.
A su juicio, “llama la atención que la ‘confidencialidad’ es uno de los argumentos que se utilizan para impedir que los profesionales de los centros de salud puedan acceder a los datos generados por ellos mismos, para realizar estudios epidemiológicos, o bien para hacer búsquedas, por ejemplo en situaciones de alarma por fármacos, y no se cuestionan este aspecto con una empresa privada”. “Ante esta situación no entendemos cómo empresas privadas van a tener los datos clínicos, a los que los profesionales sanitarios no tienen acceso”, aseguran.
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“Esta base de datos permite el intercambio de información entre comunidades autónomas y la identificación de cada ciudadano, gracias a la integración de la información procedente de todas las tarjetas sanitarias”, explican y denuncian que “en Aragón se centralizaría a través de una empresa privada ubicada en el Parque Tecnológico Walqa, que debe de garantizar el nivel de seguridad y confidencialidad de los datos como aspecto fundamental, aspecto que no queda explicitado”.
A su juicio, “llama la atención que la ‘confidencialidad’ es uno de los argumentos que se utilizan para impedir que los profesionales de los centros de salud puedan acceder a los datos generados por ellos mismos, para realizar estudios epidemiológicos, o bien para hacer búsquedas, por ejemplo en situaciones de alarma por fármacos, y no se cuestionan este aspecto con una empresa privada”. “Ante esta situación no entendemos cómo empresas privadas van a tener los datos clínicos, a los que los profesionales sanitarios no tienen acceso”, aseguran.
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