¿Qué es el Internet de los objetos?
Con la aparición de teléfonos móviles con mayores prestaciones, electrodomésticos inteligentes, vehículos y etiquetas RFID se incorpora una amplia gama de dispositivos que no son ordenadores pero se conectan a la Red, dando forma a lo que se denomina Internet de los objetos.
Un investigador del MIT (Massachussets Institute of Technology), Neil Gershenfeld, publicó en 1999 el libro "Cuando las cosas empiecen a pensar". Ahí ofrece una perspectiva histórica del desarrollo de la informática y extrapola un mundo futuro en el que estaremos forzados a tratar con cosas que piensan continuamente.
Por ejemplo, la futura internet va a tener utilidad en el campo de la domótica, automatizando a gran escala los hogares. Los objetos interpretarán las situaciones ambientales y tomarán decisiones en función de ello. Más adelante aparecerán aplicaciones en las tareas de supervisión y asistencia a personas, como la vigilancia de enfermos, por ejemplo.
La gran cantidad de datos que de forma progresiva se van a encontrar en Internet plantea también riesgos para la privacidad y el control que de esa información puedan tener los organismos, las entidades públicas o privadas y los usuarios. Recientemente un informe del Parlamento Europeo ha señalado que es necesario asegurar la privacidad y el control del uso de los datos personales que pueda hacerse a través de los objetos conectados a Internet y la posibilidad de que se puedan apagar o silenciar cuando el usuario lo desee.
Con la aparición de teléfonos móviles con mayores prestaciones, electrodomésticos inteligentes, vehículos y etiquetas RFID se incorpora una amplia gama de dispositivos que no son ordenadores pero se conectan a la Red, dando forma a lo que se denomina Internet de los objetos.
Un investigador del MIT (Massachussets Institute of Technology), Neil Gershenfeld, publicó en 1999 el libro "Cuando las cosas empiecen a pensar". Ahí ofrece una perspectiva histórica del desarrollo de la informática y extrapola un mundo futuro en el que estaremos forzados a tratar con cosas que piensan continuamente.
Por ejemplo, la futura internet va a tener utilidad en el campo de la domótica, automatizando a gran escala los hogares. Los objetos interpretarán las situaciones ambientales y tomarán decisiones en función de ello. Más adelante aparecerán aplicaciones en las tareas de supervisión y asistencia a personas, como la vigilancia de enfermos, por ejemplo.
La gran cantidad de datos que de forma progresiva se van a encontrar en Internet plantea también riesgos para la privacidad y el control que de esa información puedan tener los organismos, las entidades públicas o privadas y los usuarios. Recientemente un informe del Parlamento Europeo ha señalado que es necesario asegurar la privacidad y el control del uso de los datos personales que pueda hacerse a través de los objetos conectados a Internet y la posibilidad de que se puedan apagar o silenciar cuando el usuario lo desee.
No hay comentarios:
Publicar un comentario