Condenado un funcionario judicial por destruir abundante documentación del juzgado.
La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a dos años de prisión y al pago de una multa de 980 euros a un funcionario del Juzgado de lo Penal número 1, F.P.S.M., por ocultar y destruir más de 2.000 documentos judiciales, de los que se han podido reconstruir un total de 1.404, quedando 732 sin poder recomponerse, aunque la Sala ha tenido en cuenta la atenuante de enfermedad mental.
Según la sentencia, con motivo de la visita de inspección del CGPJ llevada a cabo en el Juzgado en 2007, "para que no se notase el retraso que tenía en su trabajo, alteró tanto manualmente los libros de registro de las ejecutorias como informáticamente el sistema Adriano, haciendo pasar por archivado no menos de 267 procedimientos, sin que tal estado se correspondiese con la realidad".
En este sentido, pone de manifiesto que, "una vez que conoció que tales hechos habían sido descubiertos y que su negociado estaba siendo objeto de intensa investigación, comenzó a destruir y a dejar en el contenedor de reciclaje de papel situado en la Secretaría una serie de documentos que tenía pendientes para unir a diferentes causas".
El 15 de junio de 2009, y después de que al procesado le fue comunicado que se le iba a cambiar de negociado "a fin de que no obstaculizase las labores de inspección que se estaba realizando, se halló en el citado contenedor documentación parcialmente destruida por el acusado.
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La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a dos años de prisión y al pago de una multa de 980 euros a un funcionario del Juzgado de lo Penal número 1, F.P.S.M., por ocultar y destruir más de 2.000 documentos judiciales, de los que se han podido reconstruir un total de 1.404, quedando 732 sin poder recomponerse, aunque la Sala ha tenido en cuenta la atenuante de enfermedad mental.
Según la sentencia, con motivo de la visita de inspección del CGPJ llevada a cabo en el Juzgado en 2007, "para que no se notase el retraso que tenía en su trabajo, alteró tanto manualmente los libros de registro de las ejecutorias como informáticamente el sistema Adriano, haciendo pasar por archivado no menos de 267 procedimientos, sin que tal estado se correspondiese con la realidad".
En este sentido, pone de manifiesto que, "una vez que conoció que tales hechos habían sido descubiertos y que su negociado estaba siendo objeto de intensa investigación, comenzó a destruir y a dejar en el contenedor de reciclaje de papel situado en la Secretaría una serie de documentos que tenía pendientes para unir a diferentes causas".
El 15 de junio de 2009, y después de que al procesado le fue comunicado que se le iba a cambiar de negociado "a fin de que no obstaculizase las labores de inspección que se estaba realizando, se halló en el citado contenedor documentación parcialmente destruida por el acusado.
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