El polvo acumulado en la memoria de Cela.
Las humedades de la Fundación Camilo José Cela son cada vez más difíciles de ocultar. Humedades y polvo acumulado en el sentido figurado, aunque también en el literal.
El despido de tres trabajadores (todos ellos con contratos indefinidos y más de diez años de antigüedad), y la posterior readmisión de tres de ellos tras el juicio a su favor, ha sacado a la luz numerosos problemas que hacen saltar las alarmas en el hermoso espacio de Iria Flavia (Padrón) elegido por el Nobel para atesorar su riquísimo legado.
Los trabajadores denunciantes aseguran que los manuscritos, libros, recuerdos y cuadros se almacenan hacinados, muchos sin inventariar; que la piedra de la sala, muy degradada, se desescama sobre los escritos.
Desde la Consellería de Cultura aseguran que el pasado día 3 de diciembre hubo una reunión del patronato a la que asistió el conselleiro, Roberto Varela, que es uno de los patronos de la Fundación. "Desde aquí no se dijo nada de trasladar el legado a la Cidade da Cultura", aseguran al respecto de lo que se ha publicado en varios medios sobre la intención de Feijóo de convertir este polémico espacio en el nuevo hogar de los tesoros de Cela. La consellería transmite un mensaje de tranquilidad: "Se va a proteger el legado y estamos en trámites para que se considere Bien de Interés Cultural para Galicia".
En Padrón afirman que "el ayuntamiento no está por la labor de que este patrimonio que Cela deseaba que estuviese aquí salga de ninguna manera; haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitarlo".
"Ya está bien de que se lleven todo lo valioso a Santiago; el traslado es innegociable y la población entera se va a oponer a eso", advierten. "Lo que tenían que haber hecho al proyectar la Cidade da Cultura es prever unos contenidos, lo que no es aceptable es que ahora pretendan llenarla con fondos de instituciones ya asentadas como la nuestra".
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Las humedades de la Fundación Camilo José Cela son cada vez más difíciles de ocultar. Humedades y polvo acumulado en el sentido figurado, aunque también en el literal.
El despido de tres trabajadores (todos ellos con contratos indefinidos y más de diez años de antigüedad), y la posterior readmisión de tres de ellos tras el juicio a su favor, ha sacado a la luz numerosos problemas que hacen saltar las alarmas en el hermoso espacio de Iria Flavia (Padrón) elegido por el Nobel para atesorar su riquísimo legado.
Los trabajadores denunciantes aseguran que los manuscritos, libros, recuerdos y cuadros se almacenan hacinados, muchos sin inventariar; que la piedra de la sala, muy degradada, se desescama sobre los escritos.
Desde la Consellería de Cultura aseguran que el pasado día 3 de diciembre hubo una reunión del patronato a la que asistió el conselleiro, Roberto Varela, que es uno de los patronos de la Fundación. "Desde aquí no se dijo nada de trasladar el legado a la Cidade da Cultura", aseguran al respecto de lo que se ha publicado en varios medios sobre la intención de Feijóo de convertir este polémico espacio en el nuevo hogar de los tesoros de Cela. La consellería transmite un mensaje de tranquilidad: "Se va a proteger el legado y estamos en trámites para que se considere Bien de Interés Cultural para Galicia".
En Padrón afirman que "el ayuntamiento no está por la labor de que este patrimonio que Cela deseaba que estuviese aquí salga de ninguna manera; haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitarlo".
"Ya está bien de que se lleven todo lo valioso a Santiago; el traslado es innegociable y la población entera se va a oponer a eso", advierten. "Lo que tenían que haber hecho al proyectar la Cidade da Cultura es prever unos contenidos, lo que no es aceptable es que ahora pretendan llenarla con fondos de instituciones ya asentadas como la nuestra".
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