El libro que nadie puede descifrar.
Se trata del enigmático manuscrito Voynich, considerado el más misterioso del mundo. Según las últimas investigaciones, dos cosas parecen estar al menos claras: el texto es auténtico y es más antiguo de lo que se creía. El libro parece estar escrito en un alfabeto inventado y muestra en casi 250 páginas signos con un aire mágico y otros que recuerdan a la botánica y la medicina.
Algunos especialistas están convencidos que el escrito contiene sólo sinsentidos, pero otros opinan que con esos signos entrelazados esconden un significado mágico-médico. Sin embargo, si existe un código para descifrarlo, entonces es "el mejor del mundo", afirman expertos en escritura.
El pergamino fue encontrado en 1912 por el librero de anticuarios neoyorquino Wilfried Voynich en la villa Mondragone, cerca de Roma, en un baúl. Formaba parte de las pertenencias del erudito Athanasius Kirchner, que vivió en el siglo XVII. Anteriormente le había pertenecido al kaiser Rudolf II (1576-1612), aficionado a las artes.
Tras algunos rodeos, el manuscrito aterrizó finalmente en Yale, en cuyo texto de catálogos puede leerse: "Manuscrito encriptado, texto científico o mágico en una lengua no identificada, en escritura secreta".
Se trata del enigmático manuscrito Voynich, considerado el más misterioso del mundo. Según las últimas investigaciones, dos cosas parecen estar al menos claras: el texto es auténtico y es más antiguo de lo que se creía. El libro parece estar escrito en un alfabeto inventado y muestra en casi 250 páginas signos con un aire mágico y otros que recuerdan a la botánica y la medicina.
Algunos especialistas están convencidos que el escrito contiene sólo sinsentidos, pero otros opinan que con esos signos entrelazados esconden un significado mágico-médico. Sin embargo, si existe un código para descifrarlo, entonces es "el mejor del mundo", afirman expertos en escritura.
El pergamino fue encontrado en 1912 por el librero de anticuarios neoyorquino Wilfried Voynich en la villa Mondragone, cerca de Roma, en un baúl. Formaba parte de las pertenencias del erudito Athanasius Kirchner, que vivió en el siglo XVII. Anteriormente le había pertenecido al kaiser Rudolf II (1576-1612), aficionado a las artes.
Tras algunos rodeos, el manuscrito aterrizó finalmente en Yale, en cuyo texto de catálogos puede leerse: "Manuscrito encriptado, texto científico o mágico en una lengua no identificada, en escritura secreta".
Dos equipos de expertos estadounidenses, en colaboración con la serie de documentales "Universum" de la televisión austriaca ORF, se acercaron un poco más al esclarecimiento del secreto Voynich, aunque sigue pareciendo imposible descifrar el contenido del escrito cifrado. Sin embargo, con ayuda de investigaciones científicas novedosas, los expertos lograron determinar la antigüedad del documento, y quedaron sorprendidos.
"Ahora sabemos con un 99 por ciento de seguridad que el pergamino fue fabricado entre 1404 y 1438 y con una altísima probabilidad fue escrito de inmediato", dijo Kevin Repp, de la Biblioteca Beinecke de libros y manuscritos raros de la universidad de Yale.
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