El subsuelo de Cádiz ofrece nuevos testimonios de su pasado fenicio. El último hallazgo, difundido ayer por los arqueólogos que trabajan en el solar del antiguo Teatro Cómico, han sido cinco bulas -sellos de arcilla para cerrar documentos a modo de lacre- hallados en el interior del horno de una estructura doméstica de lo que entonces se conocía como Gadir.
Los responsables del estudio creen que el propietario de los manuscritos decidió quemarlos pero las bulas adheridas a ellos resistieron al fuego. Según los investigadores, las piezas, datadas en el siglo VIII antes de Cristo, son los ejemplares más antiguos de España y del Mediterráneo Occidental, ya que otros hallados en Cartago o Cerdeña han sido ubicados en el siglo VI antes de Cristo.
Las bulas quedaron sepultadas tras el derrumbe de lo que se cree que fue una vivienda. Pero el calor del horno les dio la resistencia que les ha permitido perdurar durante 2.800 años.
Los responsables del estudio creen que el propietario de los manuscritos decidió quemarlos pero las bulas adheridas a ellos resistieron al fuego. Según los investigadores, las piezas, datadas en el siglo VIII antes de Cristo, son los ejemplares más antiguos de España y del Mediterráneo Occidental, ya que otros hallados en Cartago o Cerdeña han sido ubicados en el siglo VI antes de Cristo.
Las bulas quedaron sepultadas tras el derrumbe de lo que se cree que fue una vivienda. Pero el calor del horno les dio la resistencia que les ha permitido perdurar durante 2.800 años.
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