Un pequeño perro, mascota de un empleado judicial, paralizó durante un día a un juzgado federal de Buenos Aires al comerse una hoja del expediente de una causa por millonarios fraudes al Fisco. El lunes pasado, el empleado Matías Laiño ingresó con su caniche bajo el brazo a las oficinas del juez federal Rafael Caputo porque ese día no tenía con quién dejar a su mascota, una excusa que fue aceptada por el magistrado. El juez autorizó el ingreso del perro porque "era tácito el compromiso" de que Laiño tomara "las precauciones necesarias" para que "no se perjudicara el funcionamiento del juzgado". La mascota fue hallada por otra empleada judicial cuando "masticaba un bollo" de papel, que resultó ser "el original" del "folio 99 de la causa 43", referida al caso de fraude al Fisco.
"En atención al inconveniente producido se prohibirá de ahora en adelante la presencia de animales en el juzgado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario