27 dic 2008

La Audiencia legitima el traslado a Cataluña de papeles Salamanca.
Se desestima así el recurso del Ayuntamiento de Salamanca reclamando la nulidad de la orden ministerial que autoriza a la Subdirección General de los Archivos Estatales el traslado a Cataluña de documentos del Archivo General de la Guerra Civil Española. El recurso del consistorio cuestionaba la constitucionalidad en la que se apoya la citada orden ministerial y que tiene por objeto la restitución de documentos del Archivo de Salamanca incautados en la Guerra Civil.
El Ayuntamiento de Salamanca alegaba que no había sido emitido un informe sobre la propuesta de salida de fondos del archivo por parte del Patronato Rector del Archivo, tal y como establece un Real Decreto de 1999. La Audiencia reconoce que "no consta" que se haya emitido ese informe, "lo que daría lugar a estimar la concurrencia de un defecto de trámite esencial que produciría la nulidad absoluta" de la orden ministerial, pero observa que sí se produjo una reunión del Patronato el 10 de enero de 2006 en la que se sometió a debate la emisión de ese informe en aplicación de la Ley 21/2005.

1 comentario:

LA NIÑA DEL EXORCISTA dijo...

En fin, aquí no es cuestión de recordar quien tenía razón, pero para mí estuvo claro desde el principio que:

1) Tanto el PP como el Ayuntamiento de Salamanca lo único que pretendían era desgastar al PSOE, que por lo que había dicho un profe de la USAL en Arxiforum hace ya años, el Archivo Municipal de Salamanca no estaba en las mejores condiciones...

2) Que el consistorio salmantino, contra toda razón, puso pleito tras pleito, y no se sabe que llegasen a ganar el primero.

3) Que el principio de unidad de archivos consolidados es un invento que se sacaron de la manga y que sigue repitiendo la JCyL como si una mentira repetida muchas veces pasase a convertirse en verdad.

4) Que el parque temático que crean ahora entresacando papeles de otros archivos como el AGA o el del Tribunal de Cuentas, es una chapuza sin nombre, como lo demuestra el hecho de que en las fotos aparezca siempre Rogelio Blanco como para dar a entender que fue él quien lo diseñó, cosa que no me creo; que allí tuvo que haber un grupo de archiveros que no salen a la luz ni de broma, y esto último me hace pensar que en el fondo de su conciencia saben que dieron su apoyo, aprobación, asesoramiento o silencio, a algo que en el fondo les repugna.