Los archiveros de los obispados gallegos están conformes el anteproyecto de ley de Archivos y Patrimonio Documental, aunque advierten que las consultas deben estar reguladas para proteger los datos personales y no dañar aquellos volúmenes en peor estado. Por ejemplo, desde el obispado ourensano no ven objeciones a cumplir con las exigencias legales de la Xunta, aunque se muestran críticos con el hecho de que la Consellería de Cultura les imponga "deberes" y no les ayude, sin embargo, económicamente para conservar y mantener los archivos. "Me parece que tiene aspectos que deben consensuarse porque es una ley un poco fatalista que acapara competencias pero sin acompañarlo de ayudas".
1 comentario:
Estupendo, nada mejor que contar el acuerdo de las partes, pero...
"Desde el obispado ourensano tampoco ven objeciones a cumplir con las exigencias legales de la Xunta, aunque se muestran críticos con el hecho de que la Consellería de Cultura les imponga "deberes" y no les ayude, sin embargo, económicamente para conservar y mantener los archivos".
Ummmm, eso no es del todo así. Tal vez en Ourense se dé esta situación, pero en otros importantes y muy emblemáticos archivos eclesiásticos gallegos, dice radio macuto que la Xunta abona el sueldo del personal técnico, sufraga las obras de reforma de las instalaciones, y si editan algún IDD, también corre con los gastos de impresión.
Y dos historietas para concluir sobre algún que otro archivo eclesiástico orensano.
1) ¿Seguro que "los protocolos pertenecen al Estado", tan y como señala el art. 36 de la Ley de 28 de mayo de 1862, del Notariado? No siempre. En algún archivo eclesiástico orensano se conserva un considerable volumen de protocolos, que no están en manos del Estado, sino de la Iglesia Católica.
2) También en algún emblemático archivo eclesiástico ourensano se conservan varios miles de pergaminos que, en principio, pertenecen al Estado. Es sabido que los miembros del Cuerpo Facultativo, hasta hace no tantos años, eran más eruditos que archiveros, al menos archiveros como los entendemos hoy. Como lo suyo era investigar y publicar, huían de los archivos administrativos. El Archivo Provincial de Hacienda en Ourense contó con varios archiveros que destinados allí, se encontraban en comisión de servicios en archivos históricos. Aprovechando esta circunstancia, es sabido que dos curillas, a los que se había permitido el acceso al depósito del Archivo Provincial de Hacienda, traspasaron fraudulentamente varios millares de pergaminos procedentes de la Desamortización al archivo eclesiástico en cuestión.
Uno de estos curillas, se las dio de paleógrafo publicando varios pergaminos en el Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos de Ourense, para lo que se valió de las transcripciones realizadas por los monjes archiveros, que iban cosidas a algunos de estos pergaminos.
Este traspaso fraudulento fue comprobado por el facultativo de Ourense Xesús Ferro Couselo, pues buen número de pergaminos conservados en dicho archivo eclesiástico se encontraban encamisados con papeles que llevaban el membrete de la Delegación de Hacienda. Ferro denunció el caso al Ministerio a mediados del siglo XX, pero recibió la callada por respuesta.
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